En la Comunidad de Madrid.
Esta última semana hemos visitado, los barrios de Montecarmelo, el Pau de Vallecas, Santa Eugenia, Las Tablas… y tenemos previsto visitar unas 300 piscinas a lo largo y ancho de Madrid.
Otro año más sentimos el agradecimiento que nos trasmiten muchos socorristas, incluso el de algunos porteros y conserjes. Por desgracia otro año más se repiten los mismos abusos que motivaron esta iniciativa, otro año más vemos que nos quitan poco poco, año a año, derecho a derecho…
¿Hasta donde estamos dispuestos a rebajarnos?
¿No nos damos cuenta de que somos parte del problema?
– Comunidades de vecinos que aprietan a las empresas de mantenimiento, que juegan a la guerra de precios rebajando salarios y derechos a sus trabajadores, porque si no son ellos son otras empresas las que se llevan el contrato.
– Socorrista que cada vez apretamos más el culo, por que sino aceptamos el contrato, será cualquier otro socorrista el que lo acepte.
Y así jugamos en un bucle continuo de miseria hasta que se rompa la baraja.
Hay muchas cosas que me sorprenden:
– Vecinos que miran como si a entráramos a robar a su comunidad. No tendrán hijos, primos, sobrinos, amigos, que trabajen en sitios donde abusen de ellos.
– Socorristas que aunque sepan que les están aplicando condiciones abusivas, acto seguido nos dicen: «Pero mi jefe es legal». «Hay mucho pirata por ahí suelto». » Yo estoy bien hay gente por ahí que está mucho peor».
– Socorristas que se sorprenden de que la ley actué y nos de la razón.
Nuestro deber es denunciar el nivel de impunidad al que se está llegando. Perpetuando un sistema que genera una tendencia, donde el socorrista cada vez tiene menos derechos y salarios, con el beneplácito, de empresas, comunidades de vecinos, socorristas, y de los organismos públicos de control del trabajo que miran hacia otro lado, favoreciendo este sistema de trabajo.
La única manera que tenemos, los de abajo, de defender nuestros intereses individuales, es trabajar en soluciones colectivas.
Y luchar, luchar por la información, por ilustrarnos, por enfrentarnos a lo que consideramos manifiestamente injusto, por organizarnos para buscar soluciones a nuestros problemas, y sobre todo luchar para no ser parte del problema.
Un saludo.
Convenio Socorrista.
PD: Gracias a todos los que nos habéis recibido.