Sindicato SOS.
¿Cuando te preguntes que «SOS»?
Somos el «vino joven» del Sindicalismo, un cosechero, que envuelve la boca en matices afrutados, pero que no deja indiferente a nadie. Nacemos a la sombra de la esclavitud, del «Sin City» que se han convertido piscinas, playas, empresas y comunidades de vecinos, ante la mirada impávida, de usuarios, empresas, administradores, administraciones, federaciones, y ahogados.
Total : «es un trabajo temporal, con poca salida profesional», gente joven, migrantes de dos patrias, y gente de mal vivir.
SOS salta cuan resorte, señalando con el dedo con gallardía del que no tiene nada que perder, nos lo quitaron todo…
SOS es una simple palabra que susurramos tras nuestras gafas de sol, que en el revolotear de la mente coge forma y sentido.
SOS resume la circunstancia de un Mercardo más, de un balance más, de un sistema gráfico de unos y ceros, tras el que se esconde la sonrisa y el buen hacer del Socorrista, tras el que se esconde las estadísticas de ahogamientos, una bandera azul, una concesión, un concurso, una junta de vecinos que señala con el dedo la oferta más barata, una empresa que no duda en buscar margenes donde no se puede exprimir mas, una sector donde el medievo se siente a gusto.
¿La regulación? Excesiva, pero «sin-tron» no hay control, sobre empresas de formación, titulaciones, condiciones higiénico-sanitarias, inspecciones de trabajo y un largo etc.
Como dijo aquel: «con viento se limpia el trigo y los vicios con castigo»
Esto somos:
Sindicato SOS